Equilibrios de poder en el liderazgo institucional evangélico peruano
¿Un conservadurismo moderado se impone?
En las últimas semanas las dos principales federaciones evangélicas del país, Conep y Unicep, han elegido y/o ratificado a sus respectivas juntas directivas. Sobre esa base, es posible plantear lecturas sobre la situación actual de los equilibrios de poder en las altas esferas del mundo evangélico institucionalizado.
El Conep
El Conep (Concilio Nacional Evangélico del Perú), la federación evangélica más antigua, celebró su asamblea anual el pasado 7 de junio. Dentro de ella, los delegados evangélicos eligieron a una nueva junta directiva, que quedó compuesta de la siguiente manera(1):
Presidente: Pastor Oscar Suárez (Iglesia del Nazareno)
Vicepresidente: Pastor Eduardo Concha (Comunidad Cristiana Agua Viva)
Secretario: Pastor Rafael Goto (Iglesia Metodista)
Tesorero: Mayor Carlos Aguilar (Ejército de Salvación)
Vocales: Pastor Daniel Córdova (Proceso Kairós)
Pastora Milagros Díaz de Balta (Asociación de Pastoras Evangélicas del Perú)
Pastor Juan Hilario (Comunidad Cristiana Ciudad de los Reyes).
Sobre la base de la trayectoria de sus integrantes, podría decirse que es una directiva que representa la pluralidad de corrientes teológicas e ideológicas del mundo evangélico. No de género, por supuesto, pues solo una mujer recibió la confianza de los pastores. Por un lado, el sector ultraconservador continúa siendo representado por Eduardo Concha, pastor de Agua Viva, quien continúa en el cargo. Por otro, el sector progresista tiene como principal representante al metodista Rafael Goto, ex presidente de Conep e histórico líder del ecumenismo protestante. A él podría unirse el teólogo pentecostal Daniel Córdova. Los otros directivos podrían agruparse en lo que denomino un conservadurismo moderado (2), es decir, líderes evangélicos con una teología conservadora que, sin embargo, no se adscriben necesariamente a la agenda política integrista del activismo ultraconservador. De manera particular, resalta la figura del nuevo presidente, Oscar Suárez, un pastor de línea conservadora, pero con una actitud institucionalista y abierta al diálogo.
Esta composición plural fue, no obstante, resultado de un proceso tenso de pujas y negociaciones entre las denominaciones que aún permanecen en Conep. Como se sabe, el Conep es la federación evangélica más antigua del país (fundada en 1940) y que durante todo el siglo pasado agrupó a casi todo el mundo evangélico. Sin embargo, en las últimas dos décadas su posicionamiento se ha debilitado notoriamente, en especial su ascendencia sobre las iglesias. Luego de la fuerte crisis interna que sufrió en los 90s a raíz de la embestida ultraconservadora desde dentro, Conep ha básicamente sobrevivido a lo largo de lo que va del siglo. Su capacidad representativa se debilitó, primero por la formación de Unicep, que le costó la pérdida de la Alianza Cristiana y Misionera (ACM) y otras iglesias más; y más recientemente por la salida de las Asambleas de Dios (AD), la mayor denominación evangélica del país. Entre las que quedan, más de una también está considerando retirarse. Se sabe que hay un sector del liderazgo de la Iglesia Evangélica Peruana (IEP), influenciado por el fundamentalismo de los Rosas, que desde hace dos años presiona por salir de Conep. Es más, según nuestras fuentes, la propia denominación del recién electo presidente, la Iglesia del Nazareno (IN), también llegó a la asamblea con la amenaza de retirarse. Es claro que la ola integrista promovida por grupos como Con mis hijos no te metas (CMHNTM) ha afectado profundamente al liderazgo evangélico.
Sin embargo, a pesar de toda su fuerza, el huracán fundamentalista no ha logrado imponerse en Conep. Es más, en las elecciones para presidente, el progresista Rafael Goto estuvo a punto de ganar. Según nuestras fuentes, Goto y Suárez empataron en primera vuelta, y recién en un ballotage Suárez logró imponerse por una diferencia mínima. Es decir, a pesar de toda la campaña negativa que ha sufrido el pastor Goto durante años, sigue manteniendo un apoyo importante entre los líderes evangélicos, incluso entre los conservadores moderados. Sin embargo, es posible que un eventual triunfo suyo hubiera precipitado la salida de denominaciones como la IEP. A su vez, una eventual victoria de un ultraconservador como el pastor Concha, también hubiera creado un enorme descontento entre los moderados y progresistas. En ese sentido, el triunfo del pastor Suárez representa una especie de tregua consensuada que puede permitir que el Conep subsista por unos años más.
La Unicep
Por su parte, Unicep (Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú) realizó su conferencia anual el pasado 22 de abril. En ella se eligió también a su junta directiva, que quedó conformada de la siguiente manera:
Presidente: Pastor Cristian Scheelje (Misión Cristiana Camino de Vida)
Vicepresidente: Pastor Luis Meléndez (Red Emanuel)
Secretario: Pastor Eleazar Soria (Centro Cristiano Ciudad del Rey)
Tesorero: Pastor José Yovera (Movimiento Evangelístico Misionero)
Vocales: Pastor Samuel Castillo (Iglesia Punto de Gracia)
Pastor Miguel Bardales (Iglesia Bíblica de La Molina)
Pastor Ricardo Castillo (Misión Cristiana Creciendo en Buena Tierra)
A diferencia de Conep, en Unicep las tensiones internas son menores. Primero porque es una federación que agrupa a pocas denominaciones grandes, y más bien a muchas congregaciones independientes; y segundo, porque todas comparten una línea teológica e ideológica similar. No obstante, es claro que en Unicep la ascendencia de Camino de Vida es importante, no solo porque el pastor Scheelje, su presidente (reelegido) y su directiva ejecutiva (Raquel Gago) pertenecen a dicha iglesia, sino porque en muchos de sus eventos e iniciativas el protagonismo de su líder principal, el pastor Robert Barriguer, es evidente. Otro líder importante en Unicep es Miguel Bardales, quien dirige el Ministerio de Acción de Gracias (Te Deum evangélico) desde sus inicios.
Usualmente desde la prensa y la academia se ha visto a Unicep como la expresión más conservadora del mundo evangélico. En comparación con Conep, lo es. No obstante, también hay que hacer notar que los líderes de Unicep han tratado de desmarcarse de las expresiones más radicales de la ola ultraconservadora, más aún luego de la salida del Movimiento Misionero Mundial (MMM) el 2017. La línea ideológico-política de Unicep podría también ubicarse en una especie de conservadurismo moderado, pero con un mejor acceso a los altos círculos de poder económico y político del país que sus similares de Conep.
Los líderes de Unicep parecen haber entendido la inconveniencia estratégica de acercarse a los Rosas, al MMM y a CMHNTM, que son las expresiones más radicales de la ola fundamentalista cristiana. Y eso no desde ahora. Pocos recuerdan, por ejemplo, que en las elecciones del 2016, el pacto que firmó Keiko con el “apóstol” Alberto Santana y otros líderes fundamentalistas se realizó en el coliseo Amauta, propiedad de Agua Viva, que es miembro de Conep. Unicep, en cambio, prefirió reunirse con PPK, gracias a los contactos de sus líderes con Alfredo Thorne, y para ello convocó a Conep. También hay que recordar que en las primeras marchas de CMHNTM, fueron las dos principales denominaciones evangélicas, la AD y la ACM -ahora desfederadas- las que las apoyaron sin ruborizarse, además del MMM, por supuesto. Unicep y sus principales iglesias miembro evitaron apoyarlas explícitamente, aunque internamente muchos pastores sí lo hicieron. Desde el año pasado, es cada vez más evidente la incomodidad de los líderes de Unicep con las excentricidades de los Rosas, no necesariamente por discrepancias ideológicas, sino por diferencias metodológicas e incluso políticas.
¿Un conservadurismo moderado se impone?
Parece que tanto en Conep como en Unicep se impone un consenso moderado. Es decir, una línea de incidencia en lo público que corresponde con los axiomas éticos de un cristianismo conservador, pero con un estilo menos confrontacional que el del extremismo fundamentalista. Ello no implica que renuncien a buscar modos de influir en las políticas públicas, en particular sobre aquellas relacionadas a los derechos de las mujeres y las minorías sexuales, así como en el campo educativo.
En ese sentido, fue significativa la reunión que tuvieron los líderes de Unicep con el presidente Vizcarra luego de su conferencia anual. Lo visitaron junto al pastor argentino Rubén Proietti, presidente de la Alianza Evangélica Latina (AEL), entidad que agrupa a varias federaciones evangélicas en el continente. Unicep y Conep están afiliadas a ella. Proietti, quien también preside ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina) es uno de los principales voceros de la movilización cristiana conservadora contra la despenalización del aborto en Argentina. Proietti dijo esto con respecto a su visita a Vizcarra:
“El presidente Vizcarra me produjo una imagen muy buena. Conversamos sobre la actual coyuntura que atraviesa el país. Se lo ve un hombre sencillo, elocuente y bien definido a favor de las dos vidas. Contó que tiene su familia constituida, con cuatro hijas y nietos… y expresó abiertamente su reconocimiento hacia la labor de la Iglesia Evangélica en su país” .
Es significativo cómo desde la perspectiva evangélica conservadora, la principal observación sobre la coyuntura de un país es que el presidente esté a favor de las “dos vidas”, que tenga “familia constituida y que “reconozca” la labor de la Iglesia Evangélica. Ni una palabra sobre la lucha contra la corrupción, la defensa de la democracia, la pobreza, la xenofobia, la violencia contra las mujeres, etc. Lo más penoso es que muchas iglesias y movimientos evangélicos, incluyendo algunos de Unicep, sí trabajan en proyectos que abordan de alguna manera problemáticas sociales del país: medio ambiente, lucha contra la pobreza, cultura de paz, etc. Pero cuando a sus líderes les toca hablar en representación de ellas o ante los líderes políticos de la nación, solo expresan sus posturas contrarias a los derechos. Ni siquiera la pluralidad de posturas que existe dentro de sus propias comunidades representadas es respetada.
El próximo mes, por segunda vez, el Culto de Acción de Gracias (Te Deum evangélico) será celebrado conjuntamente por Unicep, Conep, además del ministerio que lo ha organizado siempre. Será una oportunidad única para ver si el consenso conservador moderado muestra un rostro más amable y servicial hacia la nación y sus diversidades o si retrocede hacia el rostro del odio y la negación de los derechos.
NOTAS
(1) La situación del Director Ejecutivo aún no se ha definido. Mientras tanto, por lo que sabemos, Víctor Arroyo, quien está en el cargo hace tiempo, seguirá cumpliendo algunas funciones específicas en representación de Conep.
(2) Al respecto ver mi artículo Conceptos básicos para comprender el mundo evangélico en el Perú.